WPC, las licencias al mejor postor y los riesgos de lo trucho

En Argentina hace varios años existe un segundo organismo de fiscalización de boxeo profesional y amateur, autodenominado WPC (world pugilism comision, o algo asi). Este organismo está regenteado por un ex directivo de la FAB, que se retiró de esta entidad por diferencias internas.
Si la FAB ha sido duramente criticada (con justicia) por algunas actitudes y posturas, en relación al otorgamiento de licencias a boxeadores que no están en condiciones de salud necesarias para subirse a un ring, lo de la WPC, es directamente impresentable, pero sobre todo muy peligroso.
No vamos a profundizar acá en el nivel de los "campeones mundiales" que erige este organismo trucho, pero para muestra digamos que el mendocino Diego Ponce fue "campeón mundial" (entre muchas comillas) del WPC, hasta que cansado de los manejos de la "comisión", decidió volver a la FAB, logrando el dudoso record de ser apenas el 2do boxeador en ser puesto KO por el invicto chaqueño César Cuenca (44-0, 2 KO), que todos sabemos que si algo no tiene es pegada.
Pero en todo caso el nivel deportivo de un organismo no es reprochable, y quedará a criterio del espectador si compra las mentiras que le ofrecen, los campeones de papel, y para los boxeadores, los caminos fáciles para ir a hacerse golpear afuera por unas monedas.
Lo grave es lo que hicieron este fin de semana, cuando el viernes fiscalizaron la pelea entre Walter "bombardero" Masseroni y el ignoto argentino anunciado como Gustavo Dos Santos, que se presentaba con 0 victorias y 4 derrotas, todas por KO en los primeros y segundos rounds. Un rival de fuste.

Para empezar, digamos que Masseroni supo ser un pesado aceptable, que perdió por el título argentino en el 2000 (siendo ya un veterano de 37 años), y que hasta peleó dos veces con Fabio "mole" Moli.
Pero en los últimos 10 años hizo solo 4 peleas, bastante espaciadas entre sí, y se encuentra actualmente próximo a cumplir los 50 años. Además, en su última presentación, hace un año y medio, había sido noqueado en el 1er round por un ilustre desconocido de cuarta linea traído de Brasil. (ver video)

Ya es cuestionable que la FAB haya habilitado a Masseroni para hacer ese papelón, pero que luego de esta derrota bochornosa la WPC le haya abierto las puertas (con casi 50 años) para volver a subirse al ring, es directamnente inaceptable, peligroso y roza el delito. Que un boxeador decida arriesgar su propia salud y pelear en estas condiciones es algo que no comprendemos, pero que un organismo fiscalizador sea cómplice y gestor, es algo que no aceptamos.
Por suerte para todos, Masseroni ganó por KO ante el que posiblemente sea el peor peso completo de la Argentina (lo cual es mucho decir), a quien dicho sea de paso tampoco le debieron haber otorgado la licencia, puesto que contaba con 4 derrotas por KO en 10 meses.
Si vuelven a dejar subir a cualquiera de estos dos púgiles a un ring, deben hacerse cargo de las consecuencias que esta irresponsabilidad total puede conllevar.
Me pregunto si las escasas monedas que generan este tipo de veladas hacen que valga la pena sentarse descaradamente en una mesa de fiscalización en la que todos sabemos que lo que está pasando, NO DEBERÍA PASAR.